Comida callejera, una interesante alternativa culinaria

Cuando abrí la sección de gastronomía de mi blog no tenía idea exactamente de lo que quería compartir, que si recetas o consejos… Y creedme que dentro de todas las cosas que se me cruzaron por la cabeza ninguna me convenció porque mi estilo no es el de enseñar acerca de lo que tenéis que hacer. Por el contrario, mi propósito es compartir mi experiencia esperando que vuestra aventura de vida sea tan buena como la mía o hasta mejor.

Actualmente, la comida callejera se ha convertido en tendencia bajo el nombre de Street Food. Esta propuesta gastronómica es bastante tentadora. Su sabor es único y la experiencia es muy enriquecedora porque te acerca a la cultura local. Ya es hasta normal ver cómo periodistas especializados en gastronomía buscan degustar y analizar los exóticos sabores que se ofrecen a pie de calle.

La comida callejera se ha convertido en tendencia.

Convencida que no me quiero perder de los placeres que me pueden ofrecer los puestos callejeros me decido ir a probar los interesantes platos que se venden. Pero tengo que confesar que mi problema de mala digestión (o también llamado dispepsia) ha significado un verdadero reto para poder disfrutar los alimentos sin tener efectos secundarios o como mínimo pesadez y ardor. Es por ello que soy particularmente muy minuciosa en elegir qué ingiero, cuántas cantidades me puedo permitir consumir y sobretodo dónde decido ir. Por ello, como si de un ritual se tratase decido seguir unos pequeños consejos que en algún momento me dieron:

  • Antes de visitar un destino, realizo una breve investigación online acerca de la reputación del lugar.
  • Jamás ingiero huevo o mayonesa casera para evitar el riesgo de intoxicación por la salmonella.
  • Observo si el lugar se ve higiénico y en qué condiciones se encuentran los utensilios que se usan para la preparación de la comida.
  • Tengo cuidado de consumir frutas o verduras en los países que no estoy acostumbrada al tipo de agua que emplean para la limpieza de los mismos.
  • Observo el color de los alimentos para determinar si se encuentran en buen estado o no.
  • Si hay moscas volando o encima de restos de comida, paso al siguiente puesto.
  • Presto especial atención al estado del aceite y elijo los alimentos recién hechos.

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