¿Son los tacones son un símbolo de opresión o sensualidad?

¡Hola guapas! He escogido este tema porque me parece un argumento interesante que puede invitar a la reflexión o, como mínimo, generar el diálogo en torno a lo que representan los tacones. Para lograr ello, es importante identificar los dos puntos de vistas acerca de este tipo de calzado. ¡Sí, habéis acertado! Si pensamos en términos de moda, los tacones de aguja serán un símbolo de feminidad, sensualidad y elegancia. En cambio, todo lo contrario representará si se describe desde la mirada de las mujeres que por normas de protocolo se ven obligadas a usar los tacones sin el deseo de usarlos. Esta última situación genera incomodidad, reclamo hacia la disparidad de género y hasta rechazo hacia un complemento que se está usando.

Pero, antes de entrar en el tema, es importante saber un poco de la historia de los tacones. ¡Definitivamente es interesante! Sus orígenes se remontan, al menos, al siglo XV, pero algunos historiadores los sitúan incluso en la época de los egipcios. ¿Podéis creer que tanto hombres como mujeres utilizaban zapatos con tacón? Sí, lo usaban porque este tipo de calzado era un elemento funcional que se empleaba para un mejor manejo de los jinetes y como soporte para las espuelas. ¿Qué diferente es ahora, verdad? En nuestra época tiene una connotación estética y de uso exclusivo para mujeres. He escuchado espantarse a más de un padre al ver a su niño usando los zapatos de tacón de su madre. Pero, como todo es una convención social, quizás un mañana se vuelva a los orígenes, donde ambos sexos podían llevarlos.

Hombres y mujeres usaban el tacón porque era un elemento funcional.

El quid de la cuestión es que son muchas las mujeres que no se sienten cómodas con el uso de los zapatos con tacón, y que sin embargo se han visto obligadas a llevarlos por una cuestión de norma. Kristen Stewart es una de las famosas que se ha sentido víctima de una imposición de un complemento que no deseaba: tras su reciente paso por el Festival de Cannes, decidió rebelarse contra la industria y andar descalza por la alfombra roja.

Por la parte de la moda es otra cosa. Desde este enfoque, todo suena más bonito. Los argumentos para seguir usando los zapatos con tacón son atrayentes: estilizan la figura, proporciona unos centímetros de más de altura, se le atribuye una forma de caminar más sexy, mejora la postura, resaltan el look, se asocia a un símbolo sensual…
En términos generales, no creo que exista persona alguna que considere que los tacones son cómodos para pasear, caminar o estar con ellos durante muchas horas. A pesar de ello, adoro este tipo de zapatos porque para mí son un complemento más que los uso cuando me apetece un look más formal. En fín, da igual si usáis o no los tacones, al final debería ser una elección personal. Si no hacemos daño a nadie, sigamos con lo que nos gusta y rechacemos lo que no.

¿Insinuar o Mostrar?

¡Vaya post que he decidido hacer hoy! A ver si logro abordar el tema sin generar demasiada controversia. Al menos, lo hago sentada en la terracita más famosa y transcurrida de Plaza Cataluña. Sí, el mítico café Zurich: este lugar me sirve de inspiración, porque veo pasar muchas personas con diferentes tipos de look. Quizás algunas que enseñan más y otras algo menos, pero finalmente todas eligen alguna opción que les haga sentir bien consigo mismas.

Antes de hablar de cuál es mi elección, considero importante identificar el mensaje que desde muy jóvenes la sociedad se había encargado de transmitirnos –  que para tener pareja se necesitaba ser: guapa, inteligente, saber cocinar y muchas más de esas cosas de princesas Disney que poco a poco van quedando atrás. Como buenas alumnas, nos esforzábamos en usar los mejores vestidos, mostrar el escote y hasta deprimirnos si no teníamos las curvas de infarto o la cintura que decían a ellos tanto gustaban.

Estudios recientes demuestran que 7 de cada 10 mujeres no están satisfechas con su cuerpo. Esto desde mi punto de vista es un reflejo de la presión social que ha sufrido la mujer hacia su imagen física. No os preocupéis chicos, en otro post podría hablar de los estereotipos acerca de los hombres, como por ejemplo esa falacia que los hombres no deben llorar… ¡Claro, si os apetece!

Según estudios recientes demuestran que 7 de cada 10 mujeres no están satisfechas con su cuerpo.

Bueno, debo reconocer que en esa búsqueda de encajar en los cuentos de hadas, algunas habrán pensado que mostrar más es mejor, ¿pero realmente es así? Me tomé el trabajo de preguntar a algunos chicos acerca de su opinión. Mi pregunta fue sencilla: ¿crees que si una chica enseña más es más guapa? Muchos entre risas me dijeron que sí, porque les gustaba mirar, otros se sentían tímidos ante una excesiva demostración de sensualidad. Algunos quizás decían que se les veía vulgar y hasta algún “depende del cuerpo” me tocó escuchar.

Entonces enseguida vino mi segunda pregunta, como si de un juego de ping pong se tratase: ¿elegiste a tus novias por ser la que más mostrasen? La respuesta fue unánime y no se hizo esperar el rotundo NO.

Está claro que los ojos se han hecho para ver y apreciar lo bello de las cosas y las personas. Pero, si de belleza hablamos, entonces eso sería tema de otro post, porque ¿qué se considera bello?… Yo no escribo este post para poner tabúes o para dar el mensaje que mostrar está mal. Confieso que prefiero insinuar que mostrar, pero si alguna vez decido mostrar será porque lo hago por mi y para mi y no necesariamente para atraer la mirada del sexo opuesto.